13/07/2025
Milei y el desafío de bajar la inflación: cuánto años tardaron Israel, Chile y Colombia en perforar el 1% mensual

Fuente: telam
La historia de la Argentina y de otros países de la región muestra que es un proceso largo. Consultoras y analistas proyectan un camino complejo condicionado por la política fiscal, el tipo de cambio y el contexto internacional
>El Indec informará este lunes la inflación de junio. Tanto Más allá de los factores que incidieron el mes pasado, la administración de Este reto se intensifica ahora que analistas advierten sobre la volatilidad de la cotización del dólar y las tensiones con la oposición de cara a las elecciones legislativas, especialmente tras el “El próximo desafío es quebrar el 1 por ciento. La historia de las desinflaciones, tanto en Argentina como en otros países, muestra que es una barrera difícil que incluso puede tomar años superar. En los casos en que se lograron resultados rápidos, en general, fue mediante una fijación del tipo de cambio nominal que quitó grados de libertad a la política económica en otras áreas”, destacó en un informe a clientes la consultora Econviews, del ex subsecretario de Financiamiento Miguel Kiguel.
Según ese trabajo, en los años 70 Chile tardó tres años en llevar la inflación mensual de 13% en 1975 a 2% en 1978, en promedio. Luego necesitó otros tres años para quebrar de manera sostenida el dígito mensual, mediante la llamada “tablita” que fijó el tipo de cambio por tres años.En Colombia durante los años 90, el proceso fue más extenso: aunque no tuvo tasas de casi-hiperinflación como Argentina, Chile o Israel, arrastraba una inflación crónica que no bajaba del 2% mensual desde finales de los 80. Con un sistema de bandas cambiarias entre 1994 y 1999 y flotación libre después, necesitó una década entera para romper el 1% mensual.
En cambio, el ejemplo contrario fue la Convertibilidad en Argentina. El tipo de cambio se fijó por ley en 10.000 australes por dólar en abril de 1991 y en noviembre el IPC marcó 0,4% mensual, promediando 0,3% el resto de la década. Sin embargo, ese logro se dio en un contexto de hiperinflación previa, donde los ajustes de precios eran diarios, lo que facilitó el anclaje de expectativas. La inflación pasada era menos relevante que el dólar a la hora de fijar precios.Según Econviews, el 25% de diciembre de 2023 respondió al efecto puntual de la devaluación. En los meses previos a la llegada de Javier Milei a la presidencia mostraban tasas de entre 7% y 8%. La desaceleración posterior respondió a un fuerte ajuste fiscal y monetario, sumado al mantenimient de un tipo de cambio controlado, al menos hasta abril pasado.
La diferencia con la experiencia de los noventa radica en el costo de la rigidez cambiaria. La Convertibilidad logró una desinflación mucho más rápida pero tuvo costos en el mediano plazo sobre el empleo y tejido social. “La estrategia actual busca una baja más lenta pero con espacio para corregir el atraso cambiario sin un quiebre abrupto de la economía real >Actualmente el tipo de cambio flota en un esquema de bandas, con una depreciación del 15% desde los niveles de abril. Varios sectores advierten sobre el “atraso” en ese precio relativo. Empresarios industriales señalan que la suma de un dólar barato y la apertura importadora comenzó a repercutir en el nivel de empleo, hecho reflejado en los últimos datos oficiales.El ejemplo más reciente es el Lumilagro, tradicional fabricante argentino de termos, queEn lo que respecta a la inflación, los próximos meses pueden ser complejos para la estrategia oficial tras el revés en el Congreso, con la sanción de leyes con aumentos en jubilaciones y otras normas que implican un incremento del gas, medidas que según el Gobierno cafectan el ancla de “déficit fiscal cero”. En línea con el Presidente, el ministro de Economía Luis Caputo rLa economista de Cohen, Milagros Gismondi, sostuvo que “parecería haber un reacomodamiento forzado” del esquema económico del Gobierno. “El tipo de cambio ya no funciona como ancla firme. La desinflación sigue en pie como objetivo político, pero con resultados más lentos. Además, la limitada capacidad para financiarse por cuenta financiera obliga a usar el mercado de cambios como válvula de ajuste, tolerando un dólar más alto y tasas más firmes. En este contexto de ‘sábana corta’, cada variable cede algo. Y si bien no se espera un salto brusco del dólar, el nuevo equilibrio parece incluir más volatilidad, un tipo de cambio por encima del centro de la banda y una inflación más persistente”, explicó.
Fuente: telam