14/12/2024
La historia de resiliencia del Changuito Zeballos: de las graves lesiones y la incomodidad con Diego Martínez a su presente sin techo
Fuente: telam
El futbolista de Boca Juniors volvió a encontrar un nivel superlativo en la recta final del año. La intimidad de una de las joyas de inferiores con destino europeo
>Oscar Exequiel Zeballos vive un presente inmejorable. Después de atravesar tres graves lesiones que cortaron su proyección como profesional y pusieron en jaque su carrera, hoy transita una actualidad de ensueño de la mano de Fernando Gago. El santiagueño de 22 años es una de las grandes apuestas del flamante DT y se ubica como uno de los pilares de cara al 2025. Para disfrutar del ahora, el Changuito tuvo que atravesar duros escollos y se refugió en su círculo íntimo para no despistarse.
Su fuerza de voluntad y amor por el fútbol hicieron que los tiempos de rehabilitación se aceleraran. El período de recuperación del Changuito abarcó entre agosto de 2022 hasta principios de 2023. Sobre el cierre del ciclo de Hugo Ibarra, el santiagueño volvió a sumar minutos oficiales en busca de su mejor forma física y futbolística. Llegó a ingresar en los duelos por Liga Profesional ante Atlético Tucumán, Central Córdoba de Santiago del Estero y Talleres de Córdoba, pero una fuerte molestia en la rodilla izquierda producto de un traumatismo ante la T lo obligó a parar nuevamente. El departamento médico xeneize confirmó una nueva intervención quirúrgica: esta vez fueron los meniscos.
De ahí en adelante, Almirón lo tuvo muy en cuenta para el resto de la temporada, al punto tal que le dio minutos en 16 de los siguientes 17 partidos oficiales (solamente no lo utilizó en la revancha de las semifinales de la Libertadores ante Palmeiras en Brasil). En ese lapso completó cuatro partidos completos y se despachó con dos goles y cuatro asistencias. La última de ellas fue para Miguel Merentiel en la derrota de Boca en Córdoba ante Belgrano 4-3 por la Copa de la Liga Profesional. Zeballos sustituyó esa noche a Jorman Campuzano y duró apenas 9 minutos en cancha: la disputa de una pelota sobre la línea lo llevó a pisar mal y romperse los ligamentos cruzados anteriores de la rodilla derecha. A menos de un mes de la final de la Libertadores contra Fluminense en el Maracaná de Río de Janeiro, a Exequiel Zeballos nuevamente se les desvanecieron todos sus sueños. Otra vez un quirófano, otra vez una extensa recuperación, otra vez mirar la pelota de lejos, otra vez barajar y dar de vuelta. No todos los futbolistas están capacitados mentalmente para afrontar tres lesiones en un período de 14 meses. Y no sería descabellado asumir que a muchos de ellos se les hubiera cruzado la idea de tirar todos los esfuerzos por la borda, abandonar su carrera profesional y dedicarse a otra cosa. Pero al Changuito, con un poder de resiliencia pocas veces visto, nada lo sacó de su eje.
A semanas del parate por Copa América que hubo a mediados del 2024 y frente a su inminente vuelta a las canchas, dijo: “Estuve triste este tiempo, pero la vida es así y hay que seguir para adelante. Son experiencias que pasan, las lesiones me pasaron muy rápido, pero lo importante es estar siempre con felicidad y me pone muy contento estar a nada de volver a jugar”. El nacimiento de su hija fue un combustible diario para ponerse a punto y llevarla a la Bombonera para que lo acompañara y así poder dedicarle sus goles en vivo.
El gran retorno se dio en una situación casi límite: Boca había quedado en el segundo puesto de su zona en la Sudamericana y tuvo que disputar el repechaje contra Independiente del Valle sin sus cuatro refuerzos por la demora en la inscripción de los mismos. Diego Martínez lo mandó a la cancha en la ida, que terminó 0-0 en Quito, en reemplazo de Mauricio Benítez a falta de 20 minutos para el final. No lo metió en la revancha en la Bombonera, pero sí le concedió algunos minutos más en los duelos contra Defensa y Justicia e Instituto de Córdoba por la Liga Profesional. Luego de eso, la innovación con la que no terminó de sentirse cómodo.Zeballos fue el jugador que mejor parado quedó durante la transición entre Diego Martínez y Fernando Gago con el interinato de Mariano Herrón en el medio: el Changuito es el único futbolista del plantel de Boca que sumó minutos en los últimos 16 partidos oficiales. Pintita, quien se siente muy identificado con el santiagueño por la hombría con la que afrontó las diversas lesiones al igual que le había tocado a él en sus tiempos de jugador, lo puso desde el banco en el debut ante Tigre y luego lo incluyó en el once titular en el resto de los cotejos que lleva dirigidos en el Xeneize con la excepción de la visita a Huracán, en la que le dio descanso pero igualmente le concedió los 20 minutos finales.
Las gambetas, bicicletas y desfachatez vuelven locos a los hinchas y por eso se transformó en uno de los más mimados por las tribunas de la Bombonera. Y la idolatría trasciende el el barrio de La Boca, ya que un niño saltó al campo de juego del estadio Tomás Ducó de Huracán para llegar a contactarlo y pedirle su camiseta.En el Consejo de Fútbol de Boca tienen claro que no tardarán en llegar ofertas por uno de sus diamantes en bruto. A la espera de la resolución por la situación de Cristian Medina, quien espera que acepten una propuesta desde Europa para emigrar, Juan Román Riquelme y compañía saben que los otros dos apuntados por clubes del exterior son Kevin Zenón y Zeballos. El Changuito, con contrato hasta diciembre de 2026, se enfoca y mentaliza en potenciar todo lo que mostró en el segundo semestre de este año con la confianza que Gago depositó en él.
“Mi sueño es jugar en la Bombonera y tirar magia”, es lo que mencionó el pequeño Exequiel surgido en Sarmiento de La Banda de Santiago del Estero cuando estaba a punto de mudarse a la pensión de Boca Juniors. Diez años después, el Changuito está cosechando su siembra. El futuro para Zeballos llegó hace rato.
Fuente: telam