>Cinco micros, algunos autos particulares y 300 barras con todo el cotillón. Esa es la caravana de la barra de Racing, que saldrá esta noche desde la zona de las torres de Villa Domínico hacia Asunción para estar presente en la final de la Copa Sudamericana. Comandados por Leandro Paredes, el líder de Los Pibes de Racing, habrá un operativo especial de acompañamiento por todo el suelo argentino y con todas las alarmas prendidas dado el nivel de conflicto que existe con los anteriores jefes de la histórica Guardia Imperial, lo que quedó de manifiesto justamente en la semifinal contra el Corinthians en Avellaneda, cuando los viejos líderes, Raúl Escobar y Gustavo Lopetegui, fueron divisados en la platea y debieron refugiarse en el palco del sponsor Sur Finanzas ante el cruce de varios barras actuales que pretendían agredirlos. Así, en este clima, la barra pondrá proa rumbo a Paraguay en un incierto horario entre las 20 y las 23. ¿Por qué esa diferencia? Porque la Seguridad ya les avisó o que salen en el entretiempo del partido de Independiente contra Gimnasia en Avellaneda o tendrán que esperar a que se desconcentren todos los hinchas del Rojo que esta noche estarán en el Libertadores de América, ya que no quieren que haya chance de un cruce entre ambas parcialidades.

Los micros serán requisados en Domínico antes de la partida y después habrá retenes en puntos específicos que llevará adelante Gendarmería. El derecho de admisión será controlado por el programa Tribuna Segura y será estricto: entre miércoles y jueves ya fueron rechazados en el control fronterizo tres hinchas que tenían prohibición de concurrencia. De hecho, el Ministerio de Seguridad argentino les mandó la lista negra a sus pares paraguayos para que haya doble chequeo: uno aquí y otro en el país vecino. Una vez que esté en Asunción, la barra será recibida por sus pares de Cerro Porteño. En realidad, la barra de Racing tiene buenas relaciones tanto con la de Cerro como con la de Olimpia, pero en principio será la primera la que la acoja en tierras guaraníes. De hecho, Racing será más local que nunca porque los dueños de los paravalanchas de las tribunas paraguayas tienen una pésima relación con sus pares brasileños.